Actualmente vivimos en la era de las criptomonedas y los Tokens No Fungibles o NFTs, por sus siglas en inglés. Y si bien puede ser un mercado un poco engorroso de entender, la realidad es que la modernidad se dirige a ellos y los bienes raíces no es la excepción.
Pero antes…
¿Qué son los NFTs?
En palabras sencillas, un NFT puede ser cualquier cosa que tenga el potencial de representarse digitalmente. Estamos hablando de un tuit, un meme, un video, un gif.
Incluso, una propiedad, pero ya casi hablamos de eso.
Estos activos digitales son indestructibles, infalsificables, no se pueden dividir o intercambiar entre sí, ya que no existen dos iguales. Lo que sí se puede hacer, es comprar o venderlos.
Y ¿cómo se venden?
A través de las criptomonedas, que son un sistema financiero digital alternativo, que ningún país o ente financiero controla.
A diferencia de un sistema financiero ordinario, donde existen instituciones centrales que mantienen la administración de los sistemas y un récord muy claro de todas las transacciones; en las cryptos eso no existe.
Por eso se le conoce como un “sistema descentralizado», ya que todas las personas forman parte del sistema, al tener un récord vivo y actualizado de todas las transacciones que ocurren.
Con eso entendido…
¿Qué tienen que ver los NFTs con los bienes raíces?
Acá es donde se pone interesante.
Resulta que ahora se pueden comprar casas a través de esta modalidad.
A inicios de año, la startup inmobiliaria, Propy, subastó una vivienda de 200 metros cuadrados, que consta de cinco habitaciones y tres baños y medio.
Y no, no hablamos de una casa virtual, hablamos de una vivienda real en Tampa, Florida.
La subasta inició en $650.000 y se vendió al mayor postor por un total de 210 Ethereum.
¿Qué beneficios trae?
A través de esta venta, el propietario no sólo obtiene los derechos de propiedad, si no que la puede almacenar en su billetera digital y utilizar el NFT como garantía para solicitar préstamos en protocolos de finanzas descentralizadas.
Esto quiere decir que el registro de la compra se almacena en el blockchain, reduciendo los costos para los compradores y permitiéndoles adquirir una propiedad en tan sólo minutos.
Además, el comprador y vendedor no necesitan estar en la misma habitación para realizar el trámite, ya que la venta del NFT se puede hacer desde cualquier parte del mundo.
La realidad es que aún estamos un poco lejos para que la venta de bienes raíces como NFT se algo establecido y muchos son escépticos en torno al futuro de esta modalidad pero eso no quita, que sea un mercado a valorar tanto como inversores o inversionistas.